La casa de los olvidos



Cuanto tiempo quedarán mis sueños en la casa de los olvidos.

Al lado de la charla con los duendes de mi patio.

Atrás del espejo que era transparente
y dejaba ver las estrellas de cerquita.

Abajo de la trompeta sonriente.

En medio de las alas que me llevaban, pacientes, a un lugar donde me sintiera segura, aunque estuviese en el aire.

Y adentro del alma de un caballito de mar que cabalgaba, mimetizándose en un jardín de hortencias celestes, que olían a cielo.

Esperemos y no sean más de 4 o 5 minutitos.

Dedicado a una sirena, que su color favorito es el azul, pero el del profundo océano.

2 comentarios:

Paula Yalú o Paula de Sebastián dijo...

Mi dios! Esa sirena tiene que estar sonrojada en este momento!

Eileen dijo...

Qué belleza.