Alfredo, el tigre hobbit

La Sra. Amaranto


La Sra. Amaranto era una señora muy cuadrada.


No le gustaban los alfajores.


La rueda le parecía el peor invento de todos los tiempos.


Cuando jugaba al ta te tí siempre elegía cruz, sino, no jugaba.


En la época de los lunares, ella andaba de escocés.


No quería vivir en la tierra, ni en ningún otro planeta.


El Señor de los Anillos no le parecía una buena película, es más, decía que era una porquería.


En sus cumpleaños estaban prohibidos los globos y los confites.


Odiaba las paletas y las pelotas.


Ella no andaba con muchas vueltas, pero no podía mirar a nadie a los ojos.



Triste destino el de la Sra. Amaranto,


un día por esquivar una burbuja,


se cayó en un enorme pozo,


y pudo ver como se destrozaba su cuerpo


en millones y millones de bolitas.