El beso de los zapatos azules


El está gastado en la punta, ella tiene el tacón torcido.
Desde su andar nocturno, florece la misma ilusión.

Un beso de pies chuecos.

Pero rara vez les tocará.

Sólo cuando su dueña se pare raro.
Pero este beso es corto, y un poco incómodo.
O sólo cuando en un descuido de madrugada, los deje frente a frente.
Esos besos seran sus favoritos. Los más prolongados. Y en soledad.

Ojalá y ocurra pronto, antes de que pasen de moda y tengan que vivir separados en el clóset.

6 comentarios:

La Currello dijo...

Qué buenas historias se esconden en las cosas comunes... Qué manera de decir trivialidades significativas...

Paula Yalú o Paula de Sebastián dijo...

El beso de los zapatos azules me hizo querer más a mis zapatos... ahora los dejo a todos mirándose de frente para que se besen libremente.

La Mónaco dijo...

Que zapatos por favor!!!! creo que el primer beso se lo tienen que dedicar a la que consiguio sacarlos del pilon ese donde vivian prisioneros y despues, recien despues, a la persona que les dio el swing para que sean felices.

Carina Alfonso dijo...

Como siempre, gracias adus.

Bambi, y que hermosos besos se darán tus zapatos, con lo lindo que son!

Gi! Si, mucho mérito tiene aquella compradora visionaria, que vislumbró en ellos su valor a pesar de lo poco que valían.

Rocamadour dijo...

me pregunto que pasará con nosotros cuando pasemos de moda

Carina Alfonso dijo...

Sería muy irónico que también nos metieran en un clóset, con lo que costó salir de ahí.