Lo único que quería una chica, era bailar Raffaella Carrá.
Y lo hacía sola en su cuarto frío, y cuando ponía play,
además se ponía ventoso.
Sacudía la cabeza por horas y horas, y sus pelos rubios,
eran como rayos que encendían las noches.
Un duende punk del barrio, la observó durante muchos meses,
y una mañana la agarró del brazo y se la llevó a la tierra del ritmo.
Dejando como rastro, un espectacular en la Colonia Centro.
Los vecinos del lugar, dicen que a veces, la ven bailar.
5 comentarios:
Me encanta tu Blog Cari!!!!!!!!
En serio!!!
Ves? me habia parecido ver un lindo duende punk en el barrio...
Gracias Juank!
Bambina, cuidado cuando sacudis la cabeza, porque con ese flequillo, vas directo a la tierra del ritmo.
bailando "explota mi corazón" en una disco (de bastante bajo perfil), te recordé y sonreí mucho.
Gracias Andre, que lindo que me recuerdes así.
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